“The new volcano in Mexico, El Paricutin (pronounced Pah-ree-koo-teen) is
a unique geological phenomenon; four, before our very eyes, it has
sprung into existence and has grown to a very respectable heightof 1,500 feet, all within a period of 8 months.”
Dr.
Parker D. Trask (U.S. Geological Survey); Science, december, 1943
Introducción
Preludio y Nacimiento
Cronología de la erupción
Referencias
Introducción
La aparición geológica del Volcán Parícutin en la Meseta
Tarasca, durante el mes de febrero de 1943 se llevó a cabo en el corazón de una
de las culturas prehispánicas mas importantes de Mesoamérica. Por esta sola
razón, este suceso no podía solo representar el advenimiento de un fenómeno
natural mas. En efecto, el aviso del nacimiento de un volcán en territorio michoacano fue una noticia que
sacudió a todo el mundo, ya que por primera vez en la historia universal se
anunciaba la posibilidad real de ver nacer un volcán, es decir de ver nacer una
montaña.
Ante
tal noticia, un gran número de geocientíficos de todo el mundo, artistas y la
presencia de todos los medios de comunicación disponibles en esa época se
dieron cita en el Corredor Tarasco plagado de volcanes, de modo que pudieron
ver nacer uno más y también pudieron ver la destrucción y el éxodo de los pueblos
indígenas dueños del volcán y posteriormente dueños de nada.
Con
un detalle sin precedente, la crónica de los acontecimientos fue realizada por
numerosos periodistas y especialistas
No
es sorpresivo entonces y pocos lo saben que, el Parícutin fuese llamado en esa
época la Maravilla de América; del mismo modo, muchos no saben o
permanecen incrédulos al saber que, en diferentes listados.
naturalísticos a nivel internacional es
considerado como una de las Doce Maravillas del Mundo comparado con el Gran
Cañón de Estados Unidos, El Everest, o las cataratas de Victoria. Esta
connotación mas que representar un orgullo nacionalista nos motiva a presentar
este documento, por primera vez editado por la Universidad Michoacana y con
toda la finalidad de proveer una revisión general de la información y sobretodo
de la forma de cómo acceder de manera consciente a esta Maravilla Natural.
Se
pretende entonces, mostrar una revisión sencilla de los diferentes aspectos que
implicaron para México y el mundo la natural comparsa del Volcán Parícutin, una
excursión y por su misma naturaleza se describen con particular énfasis sus
características geológicas.
Se
decidió presentar este artículo bajo forma electrónica con la finalidad
de hacerlo mucho mas accesible, ya sea como lenguaje, que como medio de
comunicación y además para poder enriquecerlo a futuro con nueva información.
Este
documento consta de cinco partes integrales que pueden ser consultadas en forma
independiente y a su vez pueden ser relacionadas entre sí.
¡EL NACIMIENTO DE UN VOLCÁN! SORPRESA, ABANDONO Y DESPUÉS... UN
PROGRAMA DE PROTECCIÓN CIVIL INEXISTENTE
Un
acontecimiento de trascendencia mundial en una región de indígenas de México
representó una forma inevitable de descubrir virtudes y defectos de las
acciones del gobierno que proclamaba el entonces presidente de la República
Manuel Ávila Camacho con el lema de “Unidad Nacional”, el cual luchaba por
subsanar una serie de pugnas y diferencias ideológicas post-revolucionarias que
prevalecían entre los diferentes caudillos, hasta el punto que el mismo
presidente fue sujeto a un atentado en abril de 1942.
El país por sí
mismo mantenía aún serias secuelas de la guerra de los cristeros con mas de 70
mil personas muertas en menos de tres años.
La población mexicana en 1940 contaba con menos de 20 millones de habitantes y
aproximadamente el 50% era analfabeta.
Por otro lado,
en otro nivel, el mundo se debatía en plena Segunda Guerra Mundial. En enero de
1943 habría terminado la sangrienta batalla de Stalingrado (hoy Volgrado) con
mas de un millón de muertos. En ese mismo mes, México esperaba la visita del
presidente Roosvelt para
consolidar el hecho histórico de que poco mas de medio año antes se les hubiera
declarado la guerra a la coalición de los países del Eje durante la segunda
guerra mundial y se preparaba entonces, para contribuir con mas de 14,000
hombres que se enrolaron con el ejército de Estados Unidos,
así como con un programa de mas de 50 000 personas por año (~300 mil en seis
años) que migraron como Braceros Mexicanos para soportar el medio
productivo de vecino país del norte con mano de obra barata.
Croquis del LLano de Cuiyusuru. Notar la distribución d elos poblados y el punto donde nacería el Volcán Parícutin.
Desde el punto
de vista regional, en la Meseta Tarasca a pesar de que la población era
dominantemente indígena, existían ya numerosos poblados con población mestiza y
por lo tanto el bilingüismo se hacía cada vez mas presente.
La población
con una cultura típicamente agrícola, forestal y de extracción de resina,
mantenía problemas añejos de desigualdades relacionadas al proceso de
repartición de tierras entre los habitantes de los principales poblados. Las
grandes haciendas seguían existiendo y muchas familias en realidad no eran
dueñas de la tierra que trabajaban.
Las poblaciones
mas importantes en la región que sería escenario del nacimiento del Volcán
Parícutin eran San Juan Parangaricutiro (1895 habitantes), la cual funcionaba
como cabecera municipal de tenencias como los poblados de Parícutin (733
habitantes); Zirosto (1314 habitantes); Angahuan (1098 habitantes); y Zacán
(876).
De hecho, una vez activo el volcán, la
información en Red Sismológica Nacional fue revisada y pudieron ser bien
identificados 45 días de sismicidad regional que habían ocurrido y que
antecedieron al 20 de febrero.
Por otro lado, reforzando los indicadores empíricos que pudieron
servir como premonitores del nacimiento del volcán, pocos días antes –entre el
10 y 19 de febrero-. Se habían identificado ruidos y vapores que habían sido
bien señaladas como las primeras manifestaciones anómalas en la región y que en
forma intuitiva habían sido reportadas oportunamente por el Sr. Amezcua, a
través de dos telegramas dirigidos a la
presidencia de la República.
Desde los primeros telegramas que fueron enviados por los indígenas
y durante los primeros meses de actividad volcánica del Parícutin, la respuesta
del gobierno municipal, estatal y federal se caracterizó por ser bastante
lenta, improvisada e incapaz de entender a fondo lo que estaba ocurriendo y
mucho menos logró entender el impacto cultural y económico que se avecinaba por
la ocurrencia de un fenómeno de la índole del Volcán Parícutin.
Las solicitudes del 10, 19 y 20 de febrero hechas por Sr.
Amezcua fueron atendidas hasta el día 22 de febrero; el secretario particular
de Ávila Camacho se dirigió entonces al rector de la UNAM, el cual dirigió el
“trámite” al director del Instituto Geológico el Ing. Teodoro Flores, quien
envió a “verificar” el hecho a un geólogo y a un topógrafo. La comisión de la
UNAM llegaría el 24 de febrero cuando el Volcán Parícutin ya contaba con mas de
60 metros de altura, la erupción de bombas y lapilli había alcanzado mas de 500
metros de altura y el primer derrame de lavas había concluido.
La contingencia al riesgo natural que comportaba el nacimiento
de un volcán nunca pudo ser bien controlada por la Secretaría de Asistencia
Pública por parte del ejecutivo o por el mismo gobierno estatal del General
Felix Ireta. De hecho, es representativo que solo después de 45 días de
erupción del Parícutin hiciera presencia física una comisión
intersecretarial del gobierno, para “hacer un estudio de esa zona y proponer
el programa de atenciones a la misma”.
Del mismo modo y en forma por demás representativa del abandono
institucional, la Cruz Roja Mexicana no llegó a atender directamente la
población indígena afectada sino hasta los primeros días de mayo, es decir:
¡dos meses y medio después!
El gobierno estatal, entonces, no atinaba que movimientos hacer
para colmar la necesidad real y la exigencia pública de “hacer algo” por lo que
decidió entre otras raras e improvisadas iniciativas, el dar empleo a los
damnificados a través de un programa de construcción de la carretera
Capácuaro-Los Reyes, argumentando la importancia de ocupar de inmediato “los
brazos puestos en obligada ociosidad”.
Después de la sorpresa y de la evidente falta de un programa contingente
o de protección civil, la actitud y propuestas del gobierno estatal y federal
continuaron actuando con una dinámica de improvisación y mostraron nuevamente
su incapacidad para coordinarse con la sociedad, al momento de llevar a cabo el
proceso de desalojo y reubicación de los
poblados de Parícutin, Zirosto y San Juán de Parangaricutiro, los cuales habían
sido literalmente sepultados por el material volcánico del Parícutin.
La organización de la reubicación de los damnificados se llevó a
cabo prácticamente en forma intuitiva y espontánea. En efecto, este fenómeno
comenzó con la misma gente menos arraigada y en particular con aquella que
contaba con los recursos propios para realizar una migración.
Por el contrario, la gente mas anciana o con menos recursos
espero siempre hasta el final la acción del estado. Así, una vez definida la
tierra de destino, se inició el éxodo con una escasa ayuda y presencia del
gobierno estatal y del ejército. En consecuencia, los emigrantes prácticamente
se instalaron en las nuevas tierras, tal cual si hubiera sido una apropiación
abusiva de nuevas tierras. De hecho, así fue generalmente interpretado por los
lugareños que recibían a los emigrantes. Consecuentemente, la aparición natural
de una serie de evidentes problemasº culturales y algunos de carácter legal se
llevaron a cabo y desataron muchas veces la violencia entre la gente que
llegaba y de quienes ya estaban ahí.
La frase de un indígena sintetiza la visión del éxodo de los
pobladores dueños de la región del Volcán Parícutin
“nadie
vino con el carácter del sinarquismo a decir, hombre, ¿Qué tienen? ¿Qué les
pasa? No, nadie nos llegó a visitar a condolerse de nosotros, nadie nos llegó a
dar el pésame siquiera...
EL NACIMIENTO DEL
VOLCÁN PARÍCUTIN Y SUS DIMENSIONES
Durante
cuatro noches se fueron incrementando en número e intensidad los ruidos
subterráneos y temblores locales entre el Cerro Jaratiro y El Cerro Prieto, al
sur del Valle de Parícutin o de Quitzocho. Una fisura apareció en el suelo de
las tierras cultivadas de Cuiyusuru. Esta fisura comenzó cerca de Piedra del
Sol, extendiéndose al oeste hacia el Cerro de Canicjuata por poco mas de 50
metros de largo, 5 centímetros de ancho y una profundidad de medio metro.
Las
evidencias recogidas a través de los testimonios sugieren que la fisura se
abrió por la tarde el 20 de febrero a las 16:00. De acuerdo a Paula Pulido,
inmediatamente después se dio lugar a la emanación de gases de olor a azufre y una pequeña columna eruptiva con una sucesiva acumulación de material de
30 centímetros de diámetro:
Dionisio
Pulido
Paula Pulido
El
Testimonio de Dionisio Pulido.... “A las 4 de la tarde, dejé
a mi esposa al fuego de la leña cuando noté que una grieta, que se
encontraba
en uno de los corrales de mi granja, se había abierto y vi que era una
clase de
grieta que tenía una profundidad solamente de la mitad de un
metrp. Me fijé alrededor para encender las brasas
otra vez cuando sentía un trueno, los árboles temblaban y di vuelta
para hablar
a Paula; y fue entonces que vi cómo en el agujero, la tierra se
hinchó y se levantó 2 o 2,5 metros de alto y una clase de humo o
del
polvo fino -- gris, como las cenizas -- comenzó a levantarse para
arriba en una
porción de la grieta que no había visto previamente. Más humo comenzó
inmediata
ente a levantarse con un chiflido ruidosa-mente y continuó y había un
olor de
azufre. “Entonces me asusté grandemente e intenté ayudar a la yunta del
buey.
Fue así que atontado sabía apenas qué
hacer o qué pensar y no podía encontrar
a mi esposa, o a mi hijo, o a mis animales. Al último vino a mis
sentidos y recordé
al señor sagrado de los milagros. Grité fuera del ' señor bendecido de
los
milagros, usted me trajo a este mundo – entonces miraba en la grieta
adonde se
levantaba el humo y mi miedo desapareció primera vez. Me apuré para ver
si
podía salvar mi familia, mis compañeros y mis bueyes, pero no podía ver
que
ellos y yo pensamos que deben haber llevado los bueyes al rancho para
el agua.
Vi que no había agua en el rancho y pensé que el agua se había ido
debido a la
grieta. Me asustaron mucho y monté mi
yegua a galope a Parícutin donde encontré a mi esposa e hijo y amigos
que me
esperaban. Estaban asustados por que creyeron que estaba muerto y que
nunca me
verían otra vez”.
Actividad del Parícutin 26 de febrero de 1943.
Poco
después, la columna comenzó a expeler polvo y pequeñas rocas incandescentes o
bombas volcánicas, para que la fisura y el cono volcánico fueran poco a poco ampliándose.
Los fragmentos expelidos fueron colectados y clasificados como basaltos. Se
considera que las primeras rocas colectadas probablemente pertenecieron a las
paredes de la fisura,
Las
erupciones mas violentas comenzaron desde las 24:00 del mismo día y a partir
del segundo día aparecieron los derrames de lava. La actividad continuó de
manera paroxismal con explosiones de bombas, lapilli y depósitos piroclásticos.
La
actividad del Parícutin se mantuvo de la misma manera hasta 1948 con diferencias
de mayor o menor intensidad, con la aparición o reactivación de diferentes
conductos volcánicos que dieron finalmente forma a la distribución actual.
Los flujos de lava
cubrieron 18 y medio km2, con un volumen de mas de 2 km3. Su altitud, en realidad nunca fue medida
directamente y solo fue estimada a partir de diferentes mediciones altimétricas
desde Uruapan. Sin embargo hoy se sabe que su cono (2808.6 m.s.n.m.) alcanzó
424 metros de desnivel con relación al Valle de Quitzocho-Cuiyusuru.
En
enero de 1949 se extinguió aparentemente el último conducto volcánico y después
de tres años de aparente quietud, la actividad reapareció con una erupción
intensa que se extendió hasta marzo de 1952, cuando cesó su actividad repentinamente.
Los
flujos de ceniza oscurecieron por años el paisaje de la Meseta Purhèpecha y
viajaron a través de la atmósfera hasta la Ciudad de México. Los depósitos piroclásticos de diferentes
dimensiones cubrieron un área alrededor del cono de 300 km2, dejando
un paisaje devastado y prácticamente un terreno sin cobertura de vegetación.
Durante el proceso de erupción,
se produjo que en menos de diez días la fauna silvestre prácticamente desapareciera.
Del mismo modo murieron en pocos días 4500 cabezas de ganado y 550 caballos.
Las poblaciones de Parícutin, San Juán Parangaricutiro, Zirosto,
Zacán y Angahuan se vieron directamente
afectadas; de manera que se produjo el éxodo de mas de 2500 personas incluyendo
las poblaciones completas de Parícutin y San Juan Parangaricutiro y
parcialmente la población de Zirosto.
A pesar de que no se registraron muertos por la catástrofe, si
existieron muertos por problemas de salud indirectos (infartos y vías respiratorias)
y muchos otros por problemas de reubicación y litigios causados por la pérdida
e imprecisión de límites de propiedad.
Distribución horizontal y vertical de los flujos de lava históricos del
volcán Parícutin. Notar las fechas y alturas máximas alcanzadas.
CRONOLOGÍA DE LA ACTIVIDAD DEL PARÍCUTIN
Sobre
la base de la observación directa y de las características de su erupción la
actividad del Parícutin es un ejemplo mundial de una actividad volcánica de
tipo estromboliano.
Su
actividad duró 9 años y en base al tipo de erupción y material que arrojó puede
ser dividida en cuatro periodos.
Después
de la casi instantánea aparición de un cono de mas de 350 metros de altura que
se formó en una primera fase de erupción alrededor de las fisuras en el Valle
de Cuiyusuru, los diferentes derrames de lava se emplazaron con una dirección
principal hacia el norte y se produjeron en forma paroxismal aunque constante a
través de uno o mas conductos volcánicos.
El
material piroclástico o de fragmentos incandescentes expelidos por el volcán
fueron otro tipo de material que finalmente llegó a constituir el 65% del
volumen del material que produjo el volcán. Este material fue constituido por
grandes cantidades de ceniza, lapilli y esporádicas bombas volcánicas de diferentes
dimensiones, las cuales se depositaron por gravedad o caída (ash fall).
En la actualidad éste tipo de depósitos pueden ser perfectamente reconocidos
por una típica estructura cíclica de pseudoestratificación que prevalece en
diferentes arroyos y pequeños cañones en los alrededores del cono principal.
1.
El periodo Quitzocho (20 de febrero-18 de octubre de 1943)
Según testimonios
la primera efusión se llevó a cabo a partir de una fisura de 30 metros, la cual
inició con una emisión de vapor que quemó la vegetación hasta 30 metros
alrededor de la fisura. Posteriormente se levantó una columna de al menos 1
kilómetro de altura. Al mismo tiempo las efusiones de material incandescente
bajo formas de espesas nubes de ceniza y bombas alcanzaron hasta 500 metros de
altura; lo cual originó, en un mes, la virtual desaparición de los diferentes
mamíferos silvestres y la calcinación gradual de la vegetación incluyendo los
pinos y encinos.
El primer derrame
de lava apareció a las 22:00 del mismo día 20 de febrero y por la inclinación
natural del terreno, desde el segundo día tomaron una orientación que se
dirigía hacia el norte con una velocidad aproximadamente de 2 a 3 metros por
hora.
El primer geólogo en observar el Parícutin
fue Ezequiel Orodoñez el cual llegó por la tarde del 22 de febrero. Por su
parte, la comisión del Instituto Geológico de la UNAM integrada por Raúl Lozano
García y Alfonso Morán (geólogo y topógrafo respectivamente) llegaron 4 días
después.
Al observar la importancia del fenómeno, durante los días
sucesivos se instalaron los primeros campamentos e iniciaron las observaciones
sistemáticas que después serían plasmadas en todas las publicaciones incluyendo
los diversos testimonios de los lugareños que serían
fundamentales para describir la actividad del volcán durante los primeros días.
El período
eruptivo del Quitzocho fue propuesto por Foshag y González-Reyna op cit
y se considera un período de actividad del Parícutin que inició desde el 21 de
febrero con el primer derrame de lava y concluyó el 18 de octubre del mismo año
con el inicio de los derrames del Sapichu. La actividad en esta fase fue
concentrada alrededor de las grietas centrales que se formaron en el Valle de
Cuiyusuru.
Lo mas relevante
de este periodo fue la construcción de un cono prematuro seguido de recurrentes
flujos de lava y la erupción intermitente de bombas y lapilli. Durante este
período el cono alcanzaría poco mas de 300 metros de altura, lo cual representa
aproximadamente el 75% de la altura total que logró alcanzar en forma definitiva
el volcán. De hecho, el crecimiento vertical del Parícutin fue muy rápido y
exponencial y desde el punto de vista geológico puede considerarse repentino.
En 24 horas alcanzó 30 metros; en 72 horas 60 metros; en 6 días 120 metros; en
un mes 148 metros y en 4 meses 200 metros.
La erupción del
volcán desde el primer momento hasta el final de su actividad fue de tipo
paroxismal, mostrando explosiones violentas con imponentes fumarolas,
explosiones de ceniza y bombas volcánicas para sucesivamente atenuar su
aparente violencia y dar paso a la aparición de derrames de lava con
explosiones de menor intensidad.
En el mes de
julio, cuando se registro una de las actividades mas violentas, la columna
constituida de cenizas y vapor de agua logró alcanzar hasta 6 kilómetros de
altura. En forma contemporánea con la aparición de esta violenta actividad fue
reconocida una particular efusión de lavas, de carácter mas viscosa y que mostraba
una primera variación andesítica de la composición de las lavas que hasta ese
momento habían sido de tipo basáltica.
El Parícutin y el Valle de Cuiyusuru el 24 de febrero de 1943.
En cuanto a la
población, durante este primer período de erupción del Parícutin, el primer
impacto fue naturalmente la sorpresa y el terror de la incertidumbre. Como Ya
se mencionó las familias mas pudientes y menos arraigadas a su territorio
fueron las que iniciaron el éxodo y emigraron esencialmente a Uruapan. Sin embargo,
en junio, casi cuatro meses después de su aparición, los flujos de lava
avanzaronhacia el arroyo Parícutin con una velocidad de 25 metros por hora, de
manera que los geólogos y los principales observadores especializados pidieron
la evacuación inmediata del poblado de Parícutin. La entera población de esta
comunidad fue desalojada y llevada a unos terrenos al sur de Uruapan, los
cuales fueron comprados por el gobierno de Michoacán. El nuevo poblado sería nombrado
por los nuevos colonos como Caltzontzin.
Toda la región se
vio directamente afectada por la ausencia total de siembra y cosecha . Se
generó una escasez de alimentos sin precedente. Esto, aunado a los problemas
atmosféricos y de agua, dieron lugar a unas condiciones de salud deplorables.
En forma por demás
irónica, en el mes de octubre las explosiones del Parícutin acabaron con una
intensa plaga de langostas que azotaba los cultivos de la región por años, desgraciadamente
los cultivos de ese año no tendrían la oportunidad de verse librados de la
plaga.
2.
El Periodo Sapichu (18 de octubre a 8 de enero de 1944)
A
pesar de su corto tiempo en este periodo se llevó a cabo una de las principales
actividades del volcán caracterizada por la abundancia y extrusión de derrames
de lava del volcán emplazada hacia el norte. Este período se define además por
la aparición simultanea de una serie de conductos volcánicos de menor dimensión
(Mesa del Corral, Sapichu y Ahuan) que se relacionan sin lugar a dudas a un
sistema lineal este-noreste. El nombre de este período fue asignado a partir de
la importancia del conducto secundario del mismo nombre que logró construir un
cono parásito al norte del cono principal.
La
actividad de estos conos y en lo específico del cono Sapichu (niño o joven en
lengua purhèpecha), mostraron un comportamiento cíclico similar al cono
principal, manteniéndose de esta manera, aunque en menor dimensión el estilo de
erupción de tipo estromboiliano.
Los
derrames generalmente tuvieron una duración de algunos días; se mostraron en
forma de flujos de canal que se emplazaban en posición yuxtapuesta uno sobre
otro. Se estima que el área que cubrieron los flujos de lava de este período
fue de aproximadamente 3.5 km2.
Las
explosiones piroclásticas por su parte, fueron muy localizadas y mas o menos
violentas. Las columnas de vapor hacían imaginar los conductos de un campo
geotérmico. Sin embargo, otra de las características de este período fue la
aparición de numerosos bloques de dioritas y de xenolitos graníticos, que mostrarían
las características del basamento litológico que subyacía al Parícutin. El
conjunto de las explosiones de material piroclástico lograron que el cono
alcanzara aproxmadamente 350 metros.
A
través de la continuidad de la actividad volcánica sumada con el viento como
medio de transporte, para enero y febrero de 1944, el impacto que causó en la
región se extendería a otras zonas mas alejadas que se consideraron también
afectadas: las zonas limoneras de ApatzingÁn, los ingenios azucareros de Los
Reyes y Peribán y las zonas aguacateras de Uruapan.
En
relación a la acción social y respuesta oficial, después de un año, se impondría
una incompetencia del gobierno para soportar una situación extenuante y con
necesidad de asistencia y recursos que nunca fueron suficientes
El Parícutin y el volcán parásito el 24 de febrero
de 1943 (un año después de nacido.
Dada
la situación y las condiciones del País, en 1944 el gobierno promovió particularmente
en esta región el Braceros Program, considerando que en este caso le
“resolvía” los problemas de ocupación y económicos a estas comunidades en
descgracia. Sin embargo, este programa tuvo consecuencias agrarias difíciles,
ya que junto con los lugareños del Parícutin, también respondieron al llamado
campesinos de los poblados de Uruapan, Cherán, Apo, Paracho, Periban, Apatzingán,
Zacán y hasta Ario de Rosales. De manera que hubo fuertes protestas por importantes
hacendados que argumentaban la quiebra de sus propiedades y quisieron bloquear
la salda de los trabajadores.
Las
protestas llegaron hasta la Ciudad de México, de manera que ante este
conflicto, el gobierno federal decreto un plan de apoyo para los afectados por
el Parícutin, el cual indicaba la “exclusividad” de este programa “...para los
trabajadores de la región volcánica.”
3. El Periodo
Taquí (8 de enero de 1944 - 12 de enero de 1945)
Se
refiere a la actividad relacionada con una serie de grietas formadas al sur y
al este del cono principal, conocidas por los geólogos de la época como conductos
volcánicos Taquí y Ahuan. Estos conductos se encontraban muy cerca de
los conductos Pastoriu y mesa del Corral, en línea y exactamente opuestos a los
conductos activos durante el período Sapichu.
Este
período, se distingue además, por haber registrado una importante reactivación
del cono principal, la cual produjo los derrames que alcanzaron su máxima
distancia al oeste y noroeste.
Los
flujos alcanzaron grandes distancias y en particular el flujo Taquí
alcanzó hasta 60 metros de espesor y 10 kilómetros de distancia a partir de su
centro de efusión, cubriendo un área de mas de 17 km2 y con ello la
mayor parte de los terrenos de cultivo del Llano el Quitzocho. Probablemente el
mejor testigo de los derrames de este período está representado por la
aparición definitiva del pequeño volcán de la Mesa Los Hornitos, ubicado al sur
del cono principal.
Durante
este período, la actividad de explosiones piroclásticas fue esporádica y con
una violencia y dimensiones de sus columnas de vapor muy similares a las del
Período Quitzocho. Sin embargo, también fue notable la disminución de los depósitos
de ceniza relacionados a estas explosiones. De hecho la dimensión vertical del
cono aumentó solo pocos centímetros, ya que para fines de 1944 alcanzó una
altura de 2740 metros de altura que representaba un desnivel de 355 metros en
relación a la altura inicial del Valle Cuiyusuru.
Después
de la actividad de julio y agosto, se presentó un período de virtual quietud,
lo cual permitió subir por primera vez, para ver en forma directa la actividad
del cono principal.
En
agosto el flujo de lavas Taquí alcanzó su máxima distancia hacia el oeste, al
cubrir parcialmente el Llano de Huirambosta a 2 kilómetros al oeste de San
Juán. En octubre y noviembre el flujo de lavas Ahuan cubrió completamente los
conductos Taquí; y finalmente se estima que en diciembre de 1944 el volcán
había producido 54% del total de material, el cual en proporción podía ser dividido
en 66% tefra -o ceniza sin consolidar- y
un 33% rocas de origen lávico.
Durante
18 meses de observación de este período de actividad del volcán se demostró la
recurrencia cíclica de las explosiones y derrames con características que se
mantuvieron hasta el final de su actividad. Una vez construido el 90% del cono
principal y los pequeños volcanes alineados al norte y al sur, la actividad
concluyó una fase juvenil que dio lugar al decremento gradual de su actividad.
Sin embargo, sin lugar a dudas la importancia de este período,
en realidad puede atribuirse a su impacto social, ya que a partir del avance de
los flujos de lava Ahuan y/o San Juán en menos de seis meses alcanzarían
su máxima distancia horizontal, que cubriría históricamente los restos del
desalojo del poblado de San Juán Parangaricutiro.
El
acercamiento y arribo de los derrames a esta comunidad se llevó a cabo después
de que a principios de abril cesó momentáneamente el
avance de las lavas para
reactivarse el 24 de abril y llegar a 600 metros del poblado. Días después, con
un de recorrido 4.5 kilómetros desde el
centro del cono principal alcanzaría el cementerio y finalmente el 17 de
junio llegaría el primer derrame a las
calles del pueblo, para posteriormente cubrir en forma agónica todo el poblado
que ya había sido evacuado semanas atrás.
En
realidad, la fecha del éxodo de San Juan, había superado las expectativas
establecidas por la población para marzo, ya que la gente resistió dos meses
mas de la promesa que habían hecho de desalojar el pueblo en cuanto llegaran
los derrames a su cementerio.
Sin duda alguna, el hecho que
impactó a todo México fue la forma en que finalmente la comunidad de San Juan
se decidió a salir, pues muchos de ellos estaban dispuestos a esperar con
“esperanza” religiosa la llegada de los derrames de lava.
En
efecto, solo un discurso religioso realizado por el obispo el 7 de mayo donde
el padre daría “gracias” por evitar pérdidas humanas, el 9 de mayo inició la
salida en peregrinación a Angahuan, Uruapan y finalmente el 12 de mayo
llegarían al Aguanitzàaru o Valle de Los
Conejos, para fundar lo que sería el poblado de san Juan Nuevo.
En ese mismo año, en octubre, la población de Zirosto y
de otras comunidades que no encontraban solución en un desalojo obligado,
fueron estimulados y orientados para emigrar al poblado de Tzintongo, al 7sur
de Ario de Rosales. Sin embargo, su llegada se llevó a cabo sin ninguna
coordinación por parte de las autoridades, de manera que fue vista como una
literal “apropiación” de tierras. La recién creada población de Miguel Silva
alcanzó a tener mas de 1000 emigrados, lo cual generó conflictos violentos y la
muerte de algunos lideres de Zirosto
Entrada de los derrames de lava y último desalojo del poblado de San
Juan Parangaricutiro
4.
Periodo Final y Reactivación (enero 1945 a febrero
de 1952)
A partir de enero de 1945
la actividad del volcán continuó con una actividad que intercalaba largos períodos
de quietud, de manera que las erupciones irregulares prácticamente se
verificaba cada mes. Los períodos de erupción iniciaban siempre con una primer
exhalación de material piroclástico y sucesivamente de flujos de lava. De
hecho, a partir de noviembre de 1945 y
enero de 1946 se presentaron períodos de total quietud que duraron hasta tres semanas.
Por
otro lado, como ya se mencionó, a partir de enero de 1945 la actividad del
Parícutin se caracterizó por iniciar un proceso de declive gradual. En este
período se registraron solo alrededor de 16 efusiones de flujos de lava
acompañados de una serie análoga de explosiones piroclásticas.
Posteriormente
durante 1948 y 1949 las explosiones se distanciaron hasta de tres meses entre
cada una de ellas y nunca fueron realmente intensas, excepto la erupción que se
llevó a cabo entre los meses de agosto y octubre, cuando se verificó una
intensa actividad que no se volvería a repetir.
En
agosto de 1946 la altura fue medida por Ken Sergestrom y era de 2750.9 metros, por lo que prácticamente
ya había alcanzado su altura máxima. De hecho su aspecto era muy semejante a
como lo podemos observar en la actualidad salvo que en tres ocasiones durante
los años de 1946 y 1948 se verificaron importantes deslizamientos de masas que
modificaron parcialmente la forma de sus flancos.
El decremento de la
actividad originó también que iniciara el retiro de los geólogos del USGS y
posteriormente del Instituto Geológico de la UNAM en julio 31 de 1948, para
dejar al Sr. Celedonio Gutiérrez como único observador oficial de la actividad
del volcán.
Después de tres años de una virtual calma se
llevó a cabo una reactivación en enero de 1952. Sin embargo, a pesar que la
primera erupción fue bastante violenta pues su columna de vapor y de ceniza
volcánica alcanzó a formar una columna de hasta 3 kilómetros de altura, en realidad
el despertar tardío del Parícutin no produjo cambios importantes. En total, no
se verificaron mas de 5 erupciones de corta duración y de relativa baja
intensidad.
En suma, la reactivación del Parícutin no fue otra cosa que la
continuación repentina de la etapa senil del volcán para servir como preludio y
arrestar su actividad en forma definitiva un mes después (marzo 4 de 1952).
Después de esta fecha solo quedaron como vestigio de su actividad diversas
fumarolas en un aparato que alcanzó 424 metros de desnivel con relación de la
grieta original y una altura de 2808.6
m.s.n.m.
Para 1945 mientras que en mayo y agosto, respectivamente
se rendían los alemanes y los japoneses para dar final a la 2ª guerra mundial,
el panorama de la región del Parícutin vivía un epílogo en completa desolación
y en los años sucesivos viviría una de las mas intensas sequías en su historia.
Para la
población, el éxodo de las comunidades continuaría cuando el resto de la
comunidad de Zirosto tomara la decisión de desplazarse a 2 kilómetros del frente
occidental de los derrames del Parícutin y en 1953 fundara en forma definitiva
el poblado de Nuevo Zirosto. Los problemas añejos entre las comunidades de Caltzontzin
(Parícutin) y de San Juan Nuevo (antes San Juan Parangaricutiro) se
recrudecerían por el reclamo de tierras que aparentemente no habían sido afectadas
o que podían recuperarse.
Dionisio Pulido campesino que
dio uno de los principales testimonios a la vulcanología del mundo, murió en
1949. A propósito de este hecho, José Revueltas mencionaría, “fue el único ser
humano dueño de un volcán y dueño de nada”. En 1950 murió Ezequiel Ordóñez, de
manera que ninguno de los dos principales testigos viviría para ver su senil
reactivación.
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Última actualización 3/septiembre/2020
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